Viernes, Agosto 2, 2019
Esta semana volvemos al milenario Libro de Job, el libro más antiguo de la Biblia. Ya visitamos aquí el Libro de Job en un episodio anterior titulado "La calamidad no es un castigo" (¡no te lo pierdas!). Y hoy volvemos a este precioso poema para leer el capítulo 28, conocido como el Canto de la Sabiduría. Job declama este canto en medio de su desdicha y desolación, que ya discutimos en detalle en el episodio mencionado.
El Canto de la Sabiduría elogia la creatividad y el ingenio del hombre para encontrar riquezas en los lugares más profundos e inaccesibles de la tierra. Los seres humanos trabajaremos y aceptaremos cualquier riesgo para adquirir tesoros. Si hay algún mineral o sustancia de valor en cualquier lugar, nos empujaremos el uno al otro para llegar allí primero. La sabiduría vale más que los tesoros más grandes de la tierra ... pero es raro el ser humano que la busca. El Canto de la Sabiduría reflexiona sobre cómo los hombres estamos dispuestos a asumir riesgos inimaginables y descender a las entrañas de la tierra en pequeñas cestas o frágiles cuerdas, en busca de tesoros ... y encontramos tesoros en lugares que, como dice este poema, ni siquiera los más penetrantes ojos del reino natural, los ojos del halcón, verán jamás... en lugares donde incluso las bestias más poderosas y temibles, como un león, nunca se atreverían a entrar. Curioso, ¿no? Los seres humanos sí que nos atrevemos, codiciosos de riquezas temporales, a enfrentar cualquier peligro, a superar todo miedo y atravesar la oscuridad más sofocante para encontrar tesoros en los rincones más remotos e inaccesibles de la tierra. Y sin embargo la sabiduría, que es el más grande de todos los tesoros, parecería que no nos interesa, que no sabemos dónde hallarla. Y a menudo nos perdemos buscándola en los lugares equivocados.
+++ Aquí Job 28 +++
Los seres humanos somos increíblemente ingeniosos, valientes y creativos, pero rara vez somos sabios. El hermoso Canto de la Sabiduría presenta a la Sabiduría como la fuerza que Dios omnipotente, todopoderoso y todobondadoso, usó para ordenar el cosmos, para crear un orden a partir del caos primordial. Y es por esta razón que si queremos hallar la sabiduría, debemos buscarla en lo divino, porque allí es donde está la sabiduría: con Dios.
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